Estimados alumnos
Me gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones sobre el curso que acabamos de concluir
Primeramente quiero agradecer a todos aquellos que han contestado la encuesta sobre la asignatura. Sólo ha respondido un 33% de vosotros y eso es un inconveniente para lo bueno y para lo malo, ya que con un bajo nivel de participación normalmente los que contestan son aquellos que, o bien les ha gustado mucho la asignatura, o bien les ha disgustado profundamente. Eso dificulta sacar conclusiones.
En líneas generales parece que las diferentes herramientas docentes y la organización de la asignatura os han parecido adecuadas. En el próximo curso tendré en cuenta algunos de los comentarios que se han realizado. Por ejemplo, la práctica del modelo Canvas se refinará, procuraré usar el Kahoot en las clases de teoría y seguramente simplificaré la tarea de evaluación del trabajo de grupo por parte de los alumnos.
Sin embargo hay una aspecto en el que casi todos los participantes han coincidido. Y se trata de la evaluación del tema de desarrollo del examen. Podría resumirse en la siguiente frase:
El tema obligatorio debería de desaparecer y el examen debería de cubrir todo el temario porque es injusto que aprobar el examen dependa de un sólo tema en el que no puedes cometer dos fallos.
Voy a intentar explicar otra vez porqué tengo este sistema de evaluar la asignatura. Sabéis que el examen vale la mitad de la nota final. La otra mitad está repartida entre los test, el trabajo de grupo y las prácticas. No sé si habéis caído en la cuenta que un punto de la nota final lo tenéis ganado simplemente por asistir a las prácticas.
Si no existiera el tema obligatorio entonces hubiera evaluado el examen de manera tradicional. Es decir, habría que sacar un 5 para aprobar el examen y solo entonces puntuaría para el cálculo final de la nota de la asignatura. Si hubiera aplicado esa norma, de los 77 presentados habrían aprobado 37 (un 48%) frente a los 60 que lo han hecho (un 78%).
Además, vuelvo a insistir que no son “dos fallos”. Son “dos fallos graves” (si tenéis curiosidad por saber lo que considero grave solo tenéis que ir a este "momento" de twitter).
En segundo lugar. Los temas obligatorios son 8 y cada uno se imparte en 1 hora. La asignatura son 30 horas, luego esos 8 temas representan el 26,7% del temario de toda la asignatura.
En el examen, las preguntas Nº 2 (cerveza), Nº 3 (transferencia O2) y Nº 8 (poblaciones de una EDAR) eran parte de dichos temas obligatorios. Eso quiere decir que el valor total de las preguntas de los temas obligatorios equivalía a: 3+ (0,5 x 3) = 4,5 puntos del total del examen.
O en otras palabras. Un 26’7% del temario valía un 45% de la nota del examen final. Un 26’7 % que sabíais que iba a ser preguntado más allá de toda duda.
De hecho, de los 77 presentados, el tema solo ha sido suspendido por 6 personas. Otras 10 han sacado una nota entre 1,5 y 1,9 (solo uno de ellas ha aprobado). Las restantes 61 personas han sacado “2” o más en el tema (dos de ellas han suspendido)
De hecho, de los 77 presentados, el tema solo ha sido suspendido por 6 personas. Otras 10 han sacado una nota entre 1,5 y 1,9 (solo uno de ellas ha aprobado). Las restantes 61 personas han sacado “2” o más en el tema (dos de ellas han suspendido)
Por resumir, los porcentajes de notas han sido los siguientes
21 notables: 27,4%
39 aprobados: 50,6%
17 suspensos: 22%
Algo mejor que el año anterior (21% notables, 47% aprobados) pero evidentemente cualquier actividad humana siempre puede mejorarse. Y confío en que vuestros comentarios me ayuden a ello. Podéis dejar los comentarios en esta entrada (puede hacerse de manera totalmente anónima) o, mejor aún, podéis rellenar la encuesta si no lo habéis hecho ya. Espero que de esa manera se pueda establecer un debate entre todos.
Muchas gracias y felices vacaciones.
PD: ¿Alguien me puede explicar qué es lo que ha pasado con la pregunta del champán? La había puesto pensando que era fácil (es un tema que está en materiales docentes) y muchos la habéis dejado en blanco o la habéis contestado de manera incorrecta (confundiendo el champán con el jerez)