Por Lucía Campillo, Marina Domenech, Cristina Estevan, Sandra Puig y Óscar Solana.
1º Curso del Grado de Ciencias Ambientales.
La microbiota o conjunto de microorganismos que conviven con el huésped en estado normal desarrolla una intensa actividad que le permite mantener una relación de simbiosis o comensalismo con el huésped. La microbiota del tracto intestinal, en la que nos centramos en el trabajo, ejerce una importantísima contribución bioquímica y metabólica: síntesis de vitaminas, producción de gas, de olor, digestión y absorción de nutrientes y producción de enzimas, por lo que un exceso o pérdida de flora intestinal puede provocar enfermedades bacterianas y fúngicas.
Lo que se intenta conseguir con los “alimentos funcionales” es reforzar esta microbiota, contrarrestar las alteraciones del sistema inmune y tratar de prevenir la invasión de patógenos. Estos alimentos se consumen como parte de una dieta normal y contienen componentes biológicamente activos, que ofrecen beneficios para la salud y reducen el riesgo de sufrir enfermedades. Los principales alimentos funcionales se clasifican en prebióticos, probióticos y simbióticos.
Los prebióticos son ingredientes no digestibles que afectan al organismo mediante la estimulación del crecimiento y actividad de una o varias cepas de bacterias, mejorando la salud. Son hidratos de carbono que se fermentan a nivel del colon produciendo ácidos grasos de cadena corta. Se encuentran en los vegetales comunes. Un alimento prebiótico debe de ser sustrato de bacterias beneficiosas mejorando su crecimiento, no debe de ser hidrolizado ni digerido en el intensito delgado y debe tener una fermentación selectiva por bacterias favorables. Los más utilizados son los fructooligosacáridos y dentro de ellos oligofructosa y la inulina.
Los probióticos son microorganismos vivos que se adicionan a un alimento, permaneciendo activos en el intestino y ejerciendo importantes efectos fisiológicos. Son alimentos a los que se le han añadido microorganismos vivos, bacterias. Las bacterias utilizadas en dichos alimentos deben cumplir una serie de requisitos necesarios para no afectar de manera perjudicial a la flora, deben de ser de origen humano, no patógenos, no tóxicos, aptos para ser producidos a gran escala y que no produzcan inflamación. Existen riesgos de infecciones, alergias e incluso pueden provocar resistencia a ciertos antibióticos. Algunos ejemplos son: Bifidobacterium lactis, Lactobacillus rhamnosus y Streptococcus thermophilus.
Por último los sinbióticos, un conjunto de ambos alimentos citados anteriormente, es decir, son aquellos que contienen productos prebióticos y probióticos. Los principales productos que aparecen en el mercado como sinbióticos son: Priégola sombiotic drink, que constituye una mezcla de fermentos lácticos, Leche de continuación Nutribén que contiene oligosacáridos como prebióticos, y como probióticos bacterias de las especies Bifidobacterium longum y Streptococcus thermophilus.
1º Curso del Grado de Ciencias Ambientales.
La microbiota o conjunto de microorganismos que conviven con el huésped en estado normal desarrolla una intensa actividad que le permite mantener una relación de simbiosis o comensalismo con el huésped. La microbiota del tracto intestinal, en la que nos centramos en el trabajo, ejerce una importantísima contribución bioquímica y metabólica: síntesis de vitaminas, producción de gas, de olor, digestión y absorción de nutrientes y producción de enzimas, por lo que un exceso o pérdida de flora intestinal puede provocar enfermedades bacterianas y fúngicas.
Lo que se intenta conseguir con los “alimentos funcionales” es reforzar esta microbiota, contrarrestar las alteraciones del sistema inmune y tratar de prevenir la invasión de patógenos. Estos alimentos se consumen como parte de una dieta normal y contienen componentes biológicamente activos, que ofrecen beneficios para la salud y reducen el riesgo de sufrir enfermedades. Los principales alimentos funcionales se clasifican en prebióticos, probióticos y simbióticos.
Los prebióticos son ingredientes no digestibles que afectan al organismo mediante la estimulación del crecimiento y actividad de una o varias cepas de bacterias, mejorando la salud. Son hidratos de carbono que se fermentan a nivel del colon produciendo ácidos grasos de cadena corta. Se encuentran en los vegetales comunes. Un alimento prebiótico debe de ser sustrato de bacterias beneficiosas mejorando su crecimiento, no debe de ser hidrolizado ni digerido en el intensito delgado y debe tener una fermentación selectiva por bacterias favorables. Los más utilizados son los fructooligosacáridos y dentro de ellos oligofructosa y la inulina.
Los probióticos son microorganismos vivos que se adicionan a un alimento, permaneciendo activos en el intestino y ejerciendo importantes efectos fisiológicos. Son alimentos a los que se le han añadido microorganismos vivos, bacterias. Las bacterias utilizadas en dichos alimentos deben cumplir una serie de requisitos necesarios para no afectar de manera perjudicial a la flora, deben de ser de origen humano, no patógenos, no tóxicos, aptos para ser producidos a gran escala y que no produzcan inflamación. Existen riesgos de infecciones, alergias e incluso pueden provocar resistencia a ciertos antibióticos. Algunos ejemplos son: Bifidobacterium lactis, Lactobacillus rhamnosus y Streptococcus thermophilus.
Por último los sinbióticos, un conjunto de ambos alimentos citados anteriormente, es decir, son aquellos que contienen productos prebióticos y probióticos. Los principales productos que aparecen en el mercado como sinbióticos son: Priégola sombiotic drink, que constituye una mezcla de fermentos lácticos, Leche de continuación Nutribén que contiene oligosacáridos como prebióticos, y como probióticos bacterias de las especies Bifidobacterium longum y Streptococcus thermophilus.
Bibliografía:
INTERNET:
http://www.losmicrobios.com.ar/microbios/flora%20normal.html
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/416/41615305.pdf
http://celiacosenred.blogspot.com/2009/07/demuestran-la-relacion-de-laflora.html
http://www.higiene.edu.uy/cefa/Libro2002/Cap%2013.pdf
http://www.pediatraldia.cl/flora_intestinal_normal.htm
http://saludbio.com/articulo/como-recuperar-el-equilibrio-de-la-flora-intestinal
http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada
http://www.nutribiota.net/blog/blog6.php/conceptos-sobre-alimentacionrevitalizan
http://www.nutribiota.net/blog/blog6.php/conceptos-sobre-alimentacionrevitalizan?page=4
http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1130-01082007001100006&script=sci_arttext
http://es.scribd.com/doc/24014243/2009-perez-lopez-alimentos-simbioticos
http://www.lactoflora.es/
http://www.nutriben.es
http://www.eufic.org/article/es/expid/basics-alimentos-funcionales/
http://www.alimentosfuncionales.org/
http://www.alimentosfuncionales.net/
LIBROS:
• Willey, Joanne M., Sherwood, Linda M. and Woolverton, Christopher J. “Microbiología de Prescott, Harley y Klein”. Madrid McGraw Hill Septima edición.
• Enrique Roche C., Elena García G., Ester Fuentes M.,:”Nuevos alimentos”. UMH, Segunada edición. Pag 270-278.
• B. Ferrer L. y J. Dalmau S.: “Alimentos funcionales”. Acta Pediatr Esp 2001. Quinta ediición. Pg:150-155.
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